Las rutinas diarias traen muchos beneficios para el desarrollo del niño y los vínculos familiares.

Las rutinas son grandes compañeras cuando nos toca transitar cambios en la vida. Como el comienzo de jardín, primer grado. O adaptación a un nuevo colegio, mudanzas. En momentos más específicos, como planificar videollamadas cuando papa o mama se van de viaje por varios días. O crear rituales, como un beso cada noche antes de irse a dormir, que le dan seguridad al niño, permitiéndoles irse a dormir más tranquilos.

Las rutinas diarias otorgan estabilidad y serenidad. Permitiéndoles anticiparse y prepararse para lo que viene después. Facilitan la comprensión de ¿cómo funciona su entorno, y cómo puede actuar en él? De esta manera, promueven mayor autonomía y cooperación en las actividades del hogar. Otro aspecto importante, es que las rutinas y rituales, brindan mayor armonía familiar, ya que invitan a conocer los ritmos diarios de cada uno de sus integrantes, respetando tiempos y aprovechando mejor los momentos compartidos.  

Las rutinas y rituales son recursos interesantes para implementar en nuestra cotidianeidad, mediante las cuales establecer relación mas respetuosas entre grandes y chicos. Las prisas suelen ser parte de gran parte de nuestros días, y muchas frases como estas surgen de manera automática, casi sin darnos cuenta. ¡Vamos! Apurate! ¡Dale! Rápido…. ¡Péinate y vamos! Y muchas frases más. Es fácil caer en las órdenes y las prisas sin explicación, ante las cuales el niño reacciona de diversas formas, generando tensión en los vínculos. Es importante que el adulto se escuche en estos momentos, para lograr romper con posibles automatismos, y siendo consientes en cómo nos relacionamos, podamos vivir con mayor armonía, disfrutar de cada momento y valorar el vínculo. Las rutinas nos acercan.

Cada familia al momento de planificar sus propias rutinas se recomienda tener en cuenta los siguientes aspectos:

• Crear rutinas que se adapten a sus propias necesidades.

• Deben ser cómodas y funcionales. Teniendo en cuenta que no es lo mismo una rutina semanal, que una de fin de semana o en vacaciones.

• Las rutinas no deben ser horarios fijos que cumplir, obligaciones, es importante su flexibilidad. O sea, la posibilidad de variación y adaptación a las circunstancias del momento. 

Te invito a conocer mi cuento "Mi mañana, mi tarde, mi noche" un libro sobre rutinas familiares, ilustrado por Nicole Windmuller, editorial Pupek. Y el set de flash card de rutinas diarias. Dos recursos y herramientas para que, en familia o en la escuela, puedan crear sus propias rutinas. 

RUTINAS FAMILIARES Y DIARIAS